Clasificación de la Disfunción Eréctil
La clasificación más comúnmente utilizada es la que distingue entre disfunción eréctil organogénica y psiocogénica. La que recomienda el Nomenclature Committee of the International Society for Sexual and Impotence Research (ISSIR) sigue basándose en esta distinción si bien incluye como una categoría de las psicogénicas las disfunciones eréctiles situacionales.
Esta clasificación que mantiene la distinción orgánicalpsicogénica no tiene en cuenta la naturaleza de la sexualidad que es un fenómeno complejo y multifactorial que no sólo depende de la integridad del tracto genital sino también de la integridad del sistema lfmbico y de excitadores espinales y además, está modulada por influencias sociales y culturales que pueden estar en continuo cambio.
La función sexual puede verse afectada de manera importante por diferentes factores de índole orgánica, psicológica, sociológica, hábitos sociales como consumo de alcohol y/o tabaco, o como efecto secundario del tratamiento de otras patologías.
Incluso . en casos de clara etiología orgánica el tratamiento y las consecuencias a largo plazo pueden verse afectadas por implicaciones psicosociológicas. En la realidad clínica es más frecuente encontrar pacientes con etiología multifactorial donde los factores psicológicos aparecen implicados solos o con causas orgánicas en un importante numero de disfunciones eréctiles.
El mero hecho del diagnóstico de disfunción eréctil suele llevar aparejado la aparición de ansiedad y estrés psicosocial y, la causa a que sea atribuida desempeña un importante papel en la función sexual posterior Si . el diagnóstico es “disfunción eréctil psicogénica” puede implicar para el paciente un problema psicológico añadido responsabilizándole porque “todo está en su mente” lo que puede estimular el desarrollo de síntomas depresivos y el estado depresivo, a su vez, puede potenciar la disfunción eréctil. En este sentido se adoptó el término disfunción eréctil en lugar del de impotencia que venía utilizándose por las connotaciones peyorativas y erróneas que implicaba ,aunque sigue apareciendo en nombres de revistas, de comités, etc.
El diagnóstico de disfunción eréctil de origen psicológico solía ser en la mayoría de los casos un diagnóstico de exclusión. Los avances en el conocimiento de los procesos neurobiológicos de los desórdenes psicológicos han permitido conocer cambios neuroquímicos y neuroendocrinos de procesos como depresión, estrés o ansiedad. Este conocimiento les hace susceptibles de ser tratados farmacológicamente y responder al tratamiento.
También se han hallado niveles de norepinefrina en el pene más altos en pacientes con disfunción eréctil psicogénica que en los controles con disfunción eréctil vasculogénica.
Sachs se pregunta que si los procesos psicológicos tienen unas bases orgánicas por qué mantenerlos separados en la clasificación. Por esto considera que esta clasificación basada en la dicotomía cuerpo-mente sin tener en cuenta la neurobiología de los procesos psicológicos resulta obsoleta hoy día y propone una clasificación taxonómica que distingue entre orgánica que a su vez puede ser periférica o central (en al que se incluyen las alteraciones psicológicas) y situacional que a su vez puede ser relacionada con la pareja (ciertas parejas), relacionada con la situación (ansiedad por fallos eréctiles o eyaculación precoz) o relacionada con el entorno.
Fuente:
CALIDAD DE VIDA EN PACIENTES CON DISFUNCIÓN ERÉCTIL TRATADA CON SILDENAFILO E HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN ATENCIÓN PRIMARIA
Autor:
BlancaReviriego Almohalla
Esta clasificación que mantiene la distinción orgánicalpsicogénica no tiene en cuenta la naturaleza de la sexualidad que es un fenómeno complejo y multifactorial que no sólo depende de la integridad del tracto genital sino también de la integridad del sistema lfmbico y de excitadores espinales y además, está modulada por influencias sociales y culturales que pueden estar en continuo cambio.
La función sexual puede verse afectada de manera importante por diferentes factores de índole orgánica, psicológica, sociológica, hábitos sociales como consumo de alcohol y/o tabaco, o como efecto secundario del tratamiento de otras patologías.
Incluso . en casos de clara etiología orgánica el tratamiento y las consecuencias a largo plazo pueden verse afectadas por implicaciones psicosociológicas. En la realidad clínica es más frecuente encontrar pacientes con etiología multifactorial donde los factores psicológicos aparecen implicados solos o con causas orgánicas en un importante numero de disfunciones eréctiles.
El mero hecho del diagnóstico de disfunción eréctil suele llevar aparejado la aparición de ansiedad y estrés psicosocial y, la causa a que sea atribuida desempeña un importante papel en la función sexual posterior Si . el diagnóstico es “disfunción eréctil psicogénica” puede implicar para el paciente un problema psicológico añadido responsabilizándole porque “todo está en su mente” lo que puede estimular el desarrollo de síntomas depresivos y el estado depresivo, a su vez, puede potenciar la disfunción eréctil. En este sentido se adoptó el término disfunción eréctil en lugar del de impotencia que venía utilizándose por las connotaciones peyorativas y erróneas que implicaba ,aunque sigue apareciendo en nombres de revistas, de comités, etc.
El diagnóstico de disfunción eréctil de origen psicológico solía ser en la mayoría de los casos un diagnóstico de exclusión. Los avances en el conocimiento de los procesos neurobiológicos de los desórdenes psicológicos han permitido conocer cambios neuroquímicos y neuroendocrinos de procesos como depresión, estrés o ansiedad. Este conocimiento les hace susceptibles de ser tratados farmacológicamente y responder al tratamiento.
También se han hallado niveles de norepinefrina en el pene más altos en pacientes con disfunción eréctil psicogénica que en los controles con disfunción eréctil vasculogénica.
Sachs se pregunta que si los procesos psicológicos tienen unas bases orgánicas por qué mantenerlos separados en la clasificación. Por esto considera que esta clasificación basada en la dicotomía cuerpo-mente sin tener en cuenta la neurobiología de los procesos psicológicos resulta obsoleta hoy día y propone una clasificación taxonómica que distingue entre orgánica que a su vez puede ser periférica o central (en al que se incluyen las alteraciones psicológicas) y situacional que a su vez puede ser relacionada con la pareja (ciertas parejas), relacionada con la situación (ansiedad por fallos eréctiles o eyaculación precoz) o relacionada con el entorno.
Fuente:
CALIDAD DE VIDA EN PACIENTES CON DISFUNCIÓN ERÉCTIL TRATADA CON SILDENAFILO E HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN ATENCIÓN PRIMARIA
Autor:
BlancaReviriego Almohalla
Suscribirse a:
Entradas
(Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario